
MADRID 27 Oct. – El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha propuesto imponer una multa de 3.600.902 euros a Alquiler Seguro, tras la apertura, el pasado marzo, de un expediente sancionador por parte del departamento que dirige Pablo Bustinduy.
“3.600.902 euros. Esa es la cuantía a la que asciende la multa que la Subdirección General de Inspección y Procedimiento Sancionador del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha propuesto para Alquiler Seguro”, según ha revelado este lunes la asociación de consumidores Facua.
Hace unos meses, Consumo abrió un expediente sancionador a una «gran agencia inmobiliaria» por posibles prácticas abusivas contra inquilinos en la gestión del alquiler en todo el territorio nacional, sin revelar inicialmente el nombre de la empresa.
Posteriormente, Facua informó que la compañía afectada era Alquiler Seguro, a la que denunció en noviembre de 2023 por imponer el pago de honorarios a los inquilinos, una práctica prohibida por la legislación vigente tras la promulgación de la ley de vivienda.
La propuesta de sanción presentada por el Ministerio, que debe ser valorada ahora por el secretario general de Consumo y Juego, Andrés Barragán, continuará en fase de análisis durante los próximos meses, dado que se espera una decisión una vez revisadas las alegaciones formuladas por las partes.
En la resolución, que ha sido comunicada a Facua conforme a lo establecido en la ley, ya que la asociación figura como parte personada en el procedimiento, se detallan las irregularidades localizadas en los contratos que la inmobiliaria firma con los arrendatarios, mientras se desestiman las alegaciones de la agencia contra la primera propuesta de sanción emitida en marzo.
Entre dichas irregularidades, Consumo destaca la imposición de un supuesto servicio de atención al inquilino, mediante el que se encubre el cobro de gastos que deberían ser asumidos por el propietario, así como la obligación de contratar un seguro del hogar y un estudio de solvencia económica; a ello se añade la limitación del derecho de desistimiento del contrato y la carga a los inquilinos de todos los gastos derivados de reclamaciones judiciales o extrajudiciales.
