Díaz ha subrayado en los ‘Desayunos Informativos’ que «nadie puede ir bien a trabajar a los dos días del fallecimiento de un padre, una madre, un hijo, una hija o un amigo». La titular de Trabajo ha explicado que la ampliación de los permisos por fallecimiento se basará en el grado de consanguinidad, aunque no se han concretado los límites de afinidad.
Según la ministra, esta medida es «demandada», ya que los permisos actuales son «demasiado exiguos». Actualmente, los trabajadores tienen derecho a dos días de permiso por el fallecimiento de un familiar de primer y segundo grado de consanguinidad (padre, hijos, hermanos, abuelos y nietos), que puede ampliarse hasta cuatro días si se requiere desplazamiento a otra localidad.
En cuanto al nuevo permiso por cuidados paliativos, Díaz ha señalado que la norma ya está redactada y ha sido «trabajada, discutida y hablada» en el seno del Gobierno, aunque no ha proporcionado más detalles al respecto. La ministra ha expresado su deseo de que sea acogida de manera favorable por los empresarios y ha indicado que aún no ha conversado con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, sobre el tema.
Díaz ha enfatizado que esta reforma es «pendiente y muy importante», resaltando que «nunca se había hecho» y que representa «un paso adelante muy significativo».
Defensa de derechos laborales
La ministra también ha abordado la cuestión del absentismo en España, afirmando que uno de los problemas en este ámbito es la obligación de trabajar en condiciones desfavorables. «El que entierra a una madre o no acude al trabajo porque tiene que cuidar a su hijo no es un absentista», ha defendido.
Díaz ha destacado que es necesario hablar del absentismo, pero de manera correcta: «El absentismo de verdad, claro que es un problema en España». Ha apuntado que el impacto público del absentismo es del 1,5 % del PIB, y ha reconocido que es un tema debatido también a nivel de la Unión Europea.
No obstante, ha subrayado que no se puede calificar como absentismo lo que son «derechos laborales». «La huelga, los derechos laborales de movilización no son absentismo», ha aclarado, solicitando que se trate este asunto «en serio», tal como se intentó con el proyecto de ley para reducir la jornada laboral a 37,5 horas, el cual no prosperó.
Según la ministra, trabajar menos es «clave» para mejorar la productividad y la salud mental de los trabajadores, argumentando que «no podemos seguir midiendo el progreso en horas de agotamiento, sino en horas de bienestar, tiempo y dignidad».
