El Pleno del Congreso, con el voto en contra del Partido Popular (PP), Vox y Junts, ha rechazado este martes la admisión a trámite de una proposición de ley del Bloque Nacionalista Galego (BNG) que buscaba rebajar la jornada laboral a 35 horas semanales. Esta propuesta era aún más reducida que las 37,5 horas que la vicepresidenta Yolanda Díaz había presentado previamente, y que también había sido derrotada hace poco más de un mes por los mismos tres partidos.
La mayoría absoluta se ha sustanciado en 178 votos negativos frente a 162 apoyos, provenientes de PSOE, Sumar, ERC, Bildu, Podemos y la diputada de Compromís integrada en el Grupo Mixto, Águeda Micó. Tanto Coalición Canaria como el PNV optaron por la abstención, y el exministro socialista José Luis Ábalos no participó en la votación.
Durante el debate parlamentario, el diputado del BNG, Néstor Rego, instó a los grupos a apoyar la admisión de la proposición de ley, la cual presentó como una «segunda oportunidad» para garantizar los derechos de los trabajadores y el derecho a la desconexión. Rego destacó que esta propuesta significaba una mejora en las condiciones de vida de la clase trabajadora, así como una mayor conciliación entre la vida laboral y familiar. También mencionó a Francia como un ejemplo, donde la jornada laboral se estableció hace 25 años en un máximo de 35 horas semanales.
La respuesta de Junts
El diputado de Junts, Josep Maria Cervera, criticó al BNG por presentar una propuesta «derrotada» del Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz, afirmando que la posición del partido no había cambiado respecto a la reducción de la jornada laboral. Cervera opinó que la reducción de horas sin un consenso previo del diálogo social no se debía llevar a cabo y criticó el uso del modelo francés, argumentando que este país enfrenta actualmente bloqueos políticos y ya evalúa recortar festivos para manejar sus gastos.
La diputada del PP, María Isabel Prieto, reiteró que esta misma propuesta ya había fracasado hace un mes durante el debate de enmiendas al proyecto de ley de Yolanda Díaz. Según Prieto, una medida de este tipo no podría contemplarse «a espaldas» del mundo empresarial y acusó al BNG de intentar «enfrentar a trabajadores y empresarios» a través de un enfoque de lucha de clases que consideró «superado y desfasado».
Desde Vox, el diputado Juan José Aizcorbe advirtió que el BNG solo busca «vender humo» con esta propuesta, que para él solo traería mayores costos y fragmentación del empleo, convirtiéndolo así en un «privilegio para unos pocos».
Apoyo desde la izquierda
En el lado opuesto, la diputada del PSOE, Ana Cobo, manifestó el apoyo de su grupo a la norma, denunciando que a pesar de las diferencias entre PP y Junts, al momento de «desproteger» a los trabajadores ambos grupos se unen. Por su parte, Verónica Martínez Barbero de Sumar apoyó la iniciativa como una demanda de la mayoría social, afirmando que la reducción de la jornada laboral sin disminución de salarios se materializaría eventualmente.
Finalmente, tanto ERC como EH Bildu anunciaron su voto favorable a la propuesta, mientras que el PNV, que anteriormente respaldó la reducción que planteó el Gobierno, eligió abstenerse, enfatizando que lo más importante era reanudar el proyecto para situar la jornada laboral en 37,5 horas semanales.
